Las esculturas eras hechas especialmente
en bronce y mármol blanco sin hacerle ningún tipo de irisado o coloreado para que
pareciera antiguo y así representaba la belleza y la simplicidad.
Los escultores creaban obras en las que predominara la simplicidad y
tuvieran una pureza de líneas en donde se apartara lo curvilíneo del estilo
Barroco. En esta arquitectura se usaba mucho el desnudo, como deseo de envolver
las obras de una cierta intemporalidad. Los temas de la mitología clásica,
modelos griegos y romanos se usaban para los relieves de edificios y frontones
de monumentos (arcos o columnas).
El retrato ocupo un papel importante, tomaron los modelos de
dioses clásicos, otros prefirieron un retrato idealizado pero al tiempo
realista que captara el sentimiento del retratado.
Bertel Thorvaldsen: Jasón y el vellocino de oro, 1803.
François Rude:Mercurio atando sus sandalias, 1834. Louvre
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